viernes, junio 02, 2006

 

LA NATIONAL

Por Carlos Cubero


A mi me apasionan los secadores, y no porque sea un peluquero frustrado o me encante atusarme el pelo, es por ese zumbido prolongado y ese airecito caliente en la cara. Me relaja como nada en este mundo. Sin duda, la asociación de estímulos tiene mucho que ver con este gusto extravagante, y es que en mi casa sólo hay una mujer: mi madre. Cuidado, protección, ternura y feminidad: durante años el secador quedó impregnado de dulces connotaciones y dejó ser, para siempre, un simple molinillo con una resistencia.

A María, en cambio, le apasionaban las cajas registradoras. Ella ignoraba otros juguetes más convencionales: bolsitos; la fantasy girl; el monito Mentecato... Ella tenía delirio por las cosas en miniatura y, sobre todo, por las cajas registradoras. Yo, si hubiera sido niña, habría metido las cosas de miniatura en un bolsito rosa, pero ella no: ella quería una caja registradora.

Desconozco los motivos exactos pero, quizás, desde los ojos de de un niño, una caja registradora sea una maquina de hacer magia: complejos engranajes capaces de sumar, restar, multiplicar; ¡Capaces de ofrecer un servicio! Y adentrarte en el mundo de los adultos donde las cosas ya no son de mentira.

El pasado Sábado fui al Mercat de Sant Antoni y pude comprar la excelente (por pésima) obra “El Misterio Filadelfia: Proyecto invisibilidad” de William Moore, una obra pseudo científica que colma mis sentidos. Justo después, en una de las paradas contiguas, pude ver un objeto reluciente, dorado, de latón embellecido: una National.
El hombre, avispado anciano vendedor, veía el interés con sólo mirarte un segundo:

- 3000 euros es lo que vale - Me dijo sonriendo.
- ¿3000? Lo lamento. Se sale de mi presupuesto, pero gracias – Dije mientras me alejaba sin perder de vista disimuladamente la cara del anciano. Me alejaba de la parada agudizando mi oído y justo cuando iba a girar la esquina…
- ¡Espere, caballero! Vuelva! – Me giré haciéndome el contrariado. Al aproximarme a la parada no dije nada.
- Cuánto está dispuesto a pagar.
- Pensaba más en algo como… 800 Euros.
- ¿800 Euros? ¡Imposible! Está usted delante de una autentica joya: una caja registradora marca National. Es una pieza de coleccionista! ¡Un joya del siglo XVIII!
- XIX. Es del siglo XIX, de 1847, para ser exactos.
- Ah! Usted es coleccionista!
- Un poco cumpulsivo sí, pero no me dio por apilar cosas.
- Si no es coleccionista ¿Cómo puede saberlo? – Dijo contrariado.
- ¿Conoce usted la teoría de la transmigración de las almas?
- No sé a que se refiere…
- Da igual…Le ofrezco 1000 euros. Es mi última oferta.

El anciano se quedo pensativo, pero supe que había concluido vendérmela. Los vendedores también tienen conciencia y ese era el pago justo de la máquina, si le restas 200 euros por haber querido engañar al cliente y éste te ha pillado.

- De acuerdo. Toda suya.
- De Acuerdo pues.


Pudo pertenecer a unos ultramarinos, a un colmado o a una tienda de confección, pero lo cierto es que aquella máquina rezumaba historia y eso se notaba sólo con verla. Aquella maquina había visto muchas caras, muchas manos y guardaba en secreto el legado de millones de huellas digitales.

Vaya - me dije - Si a mi me apasionaran las cajas registradoras, me encantaría tener una como esta.


Al llegar a casa, se la dejé en su despacho y dos minutos más tarde vino y vió lo que había encima de la mesa. Su reacción podría definirse como entre la estupefacción de encontrarse con su infancia y la racionalidad del que ve un objeto inútil y disfuncional…

- ¿Y qué voy a hacer yo con…? – Calló para seguir mirándola. Luego tocó la superficie rugosa de latón labrado. Sus elegantes dedos acariciaron las teclas, y se vieron tentados a presionar - sí quiera una vez – alguno de los botones.

23 + 30 + 56 Kring Kring! = 109.

- Un bonito número – Dijo con una sonrisa disimulada.
- Sin duda.
- Suena como el primer día.
- Eso parece.

23 + 45 + 34,34 + 59 Kring Kring! = 161,34

-Este número es sin duda mucho más alto que el anterior - Dije.
- Sin duda…Nos estamos superando.
- Si. Prosigamos…

23 + 3 + 4 + 5. Kring Kring! = 36

- ¡Vaya! Ahí te has moderado…
- Sí…Podría ser una compra rápida en un Súper -Dijo sonriente.
- Sin duda.

3 + 7 + 13 + 19 ¡Kring Kring! = 42

- Esos son números primos.
- Sí. ¿Te gustan?
- Me causan desazón - Dije torciendo el gesto.
- NO se hable más.

4 + 23 x 2 + 6 ¡Kring Kring! = 56.

- ¡Vaya! una variante – Exclamé.
- Sí. Si hay dos productos iguales, ¿Para qué marcarlo dos veces?
- Cierto.

(23 + 33 + 4 + 10)\ 2 ¡Kring Kring! = 35.

- Esto por si hay liquidación: un 50 % .
- ¡Ah! Pero las liquidaciones son sólo una vez al año…
- Cierto aunque no siempre – Replicó.

45 – (45 x 10/100) ¡Kring Kring! = 40,50.

- ¡Un 10% de descuento! – Dije extasiado.
- ¡En efecto!

36 - 28 ¡Kring Kring! = 8

- ¿Una resta?
- Sí. Acabas de devolverme unos pantalones y te has llevado otros. Te cobro la diferencia.
- Perfecto.

Retiró sus manos de la máquina y se quedó pensativa.

- No tengo ni idea donde voy a poner semejante trasto – Dijo sonriendo y con cariño - pero ha sido uno de los regalo más dulces que jamás he recibido.

Luego susurró algo que no llegue a entender.

- ¿Dime? No te he entendido…
- Nada – Sonrió de nuevo - …Que muchas gracias.

Fue sin duda un regalo extremo; de aquellos regalos tan especiales que rozan lo absurdo. Pero aquel día tuve suerte y acabamos la jornada abrazados en el sofá, riendo, bebiendo vino y viendo una película... De la que, por cierto, no recordamos ni un fotograma.

Comments:
Hola Carles!

Saps ja tenim algu em comu, a mi tb amb relatxar molt el so del secador si, quant soc a la pelu....
amb fa fer penssar i reflexionar amb molta trankilitat.
Saps akesta maquina registradora amb recorda, la botiga q teniem els meus avis, que teniem una registradora antiga......i un despatx....amb una calculadora....aixi de vella.

Esta molt bé.......Carles es un relat senzill pero net.


No tot lo nou es mes bo, no.....


una abraçada ben forta i un peto
 
Yo tambien quiero una...
El OK tiene una National? Deberemos ir para averiguarlo.
Esquisito relato... esto es amor.
 
Yo tambien quiero una...
El OK tiene una National? Deberemos ir para averiguarlo.
Esquisito relato... esto es amor.
 
Publicar un comentario



<< Home

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 2.5 Spain License. This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Google