domingo, mayo 25, 2008

 

PREMONICIÓN(es)


Por Carlos Cubero



En mi opinión, el Dr. Dukakis ha leído demasiado a Rupert Sheldrake. En su búsqueda incesante de otras realidades, se dio de cara con los reveladores resultados del experimento "La sensación de que te estén mirando" (The sense of being stared at). Según Sheldrake, el ser humano es capaz de sentir que le observan sin necesidad de poseer receptores reconocidos por la ciencia. A pesar de que la metodología de sus experimentos era correcta, fue (y sigue siendo) considerado un hereje por atentar al "sentido común materialista": nosotros sólo vemos cuando hay fotones en el espacio físico y olemos sólo si hay moléculas volátiles.

A su vez, apuntaba a que ciertas sustancias podrían despertar esas capacidades extrasensoriales. Se basaba en los resultados de algunos de los sujetos experimentales que confesaron haber ingerido sustancias estupefacientes antes de realizar los ensayos experimentales.

El Dr. Dukakis, inicialmente, sólo se valía del ácido lisérgico para paliar las horribles migrañas que apresaban su mente de forma esporádica. Las alucinaciones eran un efecto colateral que, para un cazador de emociones como Dukakis, fueron siempre bien recibidas. Como ya hizo Hoffman (recientemente fallecido), Hugh Laurie en House M.D. (capítulo "The yerk" y "Distracciones") y Jim Morrison (mother, I want to fuck you; father, I want to kill you) acabó maravillado por ese nuevo mundo sinestésico, donde las plantas hablan de sus propiedades y la música es color magenta.

Y este ha sido mi regalo de cumpleaños: un pedazo de futuro gentileza de mi querido científico desequilibrado, el que emulando a Nostradamus se valió de la escritura automática para romper la continuidad espacio-temporal y observar lo que no ha ocurrido con sus propios ojos.
Para los que me habéis felicitado: muchas gracias, siempre estaréis en mi corazón.
Para el resto, malditos negligentes, gentuza, miserables... no pasa nada.



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La teletransportación es muy útil para evitar las lesiones cerebrales en la estimulación focal del sistema nervioso central. La inserción de cánulas o electrodos fue en el pasado todo un engorro. Por muy preciso que el aparato estereotáxico llegara ser, no habría forma de llegar hasta los núcleos seleccionados sin dañar tejido cerebral con el recorrido de la inserción. Desde luego, las personas de antaño procuraban minimizar el daño escogiendo el ángulo más preciso, pero a nadie se le escapaba que aquello no era más que que acuchillar un melón con sumo cuidado.

Las neuronas son unas células tan sumamente específicas que han perdido su capacidad de reproducirse. Es la plasticidad sináptica de las neuronas supervivientes la encargada de enmendar las zonas dañadas, adaptando sus funciones y ampliando y potenciando el radio de influencia del tejido nervioso. Cierto es que podemos regenerar la zona dañada mediante células madre, pero las neuronas implantadas (los llamados parches neurales) tienen que adaptarse y "aprender" de nuevo, con lo que son un sustitutivo útil y facilitador de la recuperación de las funciones mentales, pero no la panacea. El uso de células madre nos asegura una neurona original pero no una neurona curtida por el tiempo invertido por su amo y señor. Es por eso que las pruebas de teletrasportación, las que tanto defraudaron a nuestros antepasados por ser un intento fallido de llegar a realidades como la de Star Treck, se convirtieron en el gran aliado de la ciencia médica. Cuando nos maravillaba la idea de olvidarnos de los ascensores no caímos en la cuenta de que necesitábamos muchos menos átomos que teletransportar para hacer de este fenómeno algo útil. La medicina fue desde entonces mucho menos invasiva y así como se reían de las trepanaciones para aliviar las migrañas, los hombres del futuro nos reímos de los que tienen agujerear las meninges para estimular el hipotálamo o para deshacer un tumor cerebral.


21 de Mayo del 2008



sábado, mayo 24, 2008

 

PANSPERMIA



Por Carlos Cubero


Panspermia: hipótesis que sugiere que la vida comenzó en
la Tierra gracias a la llegada de semillas del espacio exterior.









sábado, mayo 17, 2008

 

Lo que la prensa no dijo



Por Carlos Cubero


Lo que la prensa no dijo es que Hereu se estuvo un buen rato encima de una manta de geotéxtil. Estos mantos se utilizan para preservar y proteger los restos arqueológicos de las inclemencias del tiempo. Son de un blanco azulado y dan a las excavaciones un aspecto curioso al final del día, como el de un plató improvisado de un anuncio de detergente.
Debajo de ésta, se hallaba una cuaderna del mismo barco protagonista. El alcalde se situó encima accidentalmente y fue balanceándose con sus pies posados en el trozo de cuaderna de un barco de más de 600 años de antigüedad.

Jordi "el cap de colla" y, sobre todo, el arqueólogo director de la excavación, Mintxo, estuvieron sufriendo en silencio durante todo el acto conmemorativo. De ambos no sé el apellido, sin embargo, sé que Mintxo es vasco, habla catalán perfectamente y odia que le llamen Menchu (Carmen en Euskera). Yo tengo la tendencia irrefrenable de apellidarle Kaleidoscopio, y no sé porqué.

Ni Jordi, ni Mintxu, ni nadie dijo nada por respeto al alcalde en presencia de los medios de comunicación, y la prensa no se hizo eco de este simpático incidente por la cautela institucional de los discretos trabajadores de la excavación. Pero yo sí y no he dudado en escribir estas palabras y compartirlas con vosotros.
Me encantaría poder ser tan subnormal como para justificarme y ampararme en el derecho a la información como las mujeres de gruesas carótidas. Pero la razón real es que padezco una sequía creativa de órdago y me agarro como un koala a un eucalipto ante cualquier cosa ligeramente excepcional. Quizás sea porque ahora estoy en el tren y, justo a mi lado, hay un individuo que huele a caca. Es un olor ligero pero está presente y creo que es debido a la falta de diligencia después de ir al baño.

¿Cómo se puede ser tan cerdo?










sábado, mayo 10, 2008

 

El Burrito despistado



Por Carlos Cubero



A pesar de los dolores propios del neófito, no me importó estirarme en el polvoriento suelo de la excavación XXX-08 para divisar lo que habían hallado en el fondo de un pozo. Uno de los arqueólogos me dijo que los restos de cerámica africana de cocina apuntaban a que el burrito era romano, más concretamente del siglo I d.C. Era un pozo cuadrado hecho de piedra y mortero, con pivotes de ánfora como escalera, y el arqueólogo llevaba más de tres días excavando y retirando los más dos metros y medio de sedimentos.

Quizás no fuera más que un cadáver cuando fue a parar allí abajo. Sin embargo, no podía descartarse que lo tiraran vivo o que el pobre animal diera un desafortunado traspiés mientras cargaba ánforas por las playas de la antigua Badalona (Baetulo). Debería explorarse la osamenta del equino para descubrir si hubo fracturas en vida no soldadas para sacar conclusiones definitivas.
A falta de una investigación profunda, el arqueólogo decidió escoger la hipótesis más dramática. Llevaba varios días excavando entre cuatro paredes y acabó estableciendo - cómo no - una relación profunda con los restos óseos. No podía quitarse de la cabeza la imagen de Platero, de sus ojos azabache y la del penoso desenlace de su historia.

- Cada vez que retiro un estrato con pico o paletina, escucho los relinches amargos de esta dulce criatura.

Yo le dije que no padeciera, que lo más que podía hacerse en estos casos era tratar los restos con la dulzura que el animal no tuvo en vida.
Muy a mi pesar, tuve que retirarme y excavar una de las rasas que se me había encomendado. Antes de alejarme intenté transmitirle mi apoyo emocional sincero dándole una palmada afectuosa en el hombro. Luego vi que de sus bolsillos de pantalones roídos sobresalían unas hierbas frescas pero pochas.

Eran zanahorias.






jueves, mayo 01, 2008

 

APOPHIS (la catarsis mundial)


Por Carlos Cubero




En la mitología egipcia, Apophis era el viejo espíritu de la
maldad y la destrucción, un diablo que estaba decidido
a sumir al mundo en una oscuridad eterna.






Los cálculos de la trayectoria del asteroide Apophis por parte de Nico Marquardt, un chico alemán de 13 años, nos estremeció durante unos días. Recopiló todos los datos públicos que divulgó la NASA y rehizo los cálculos junto al Instituto de Astrofísica de Potsdam (AIP) para el concurso regional de ciencias "Jugend forscht".

Ambas fuentes coincidieron en que el 13 abril del 2029 el Apophis pasaría a 40 mil km. de la Tierra. Tened en cuenta que nuestro mundo tiene 30 mil km. de diámetro y, en proporciones astronómicas, que pase a una distancia semejante es, sin exagerar, como si nos rozara.

En eso, los datos de los Astronomos de la NASA y los de este simpático estudiante coincidieron. En lo que difieren los cálculos es en la presencia de un factor añadido que, al parecer, no incluyeron los omnipotentes científicos de la NASA.

La NASA decía que había una posibilidad entre 50 mil de que nos tocara la lotería del Armaggedon en el 2036. Sin embargo, Marquardt lo redujo a una probabilidad de 2 por mil y 7 años antes (en el 2029) por el efecto de los más de 35 mil satélites que el ser humano ha tenido a bien poner en la órbita Clarke de la Tierra. Este es el factor añadido por Marquardt y podría ser determinante. El asteroide podría variar su órbita si impactara contra un satélite artificial. Lo haría de forma infinitesimal, pero lo suficiente como para que esa leve diferencia aumentara de forma geométrica y acabara preso del efecto gravitatorio de nuestro planeta.

Desde que se descubrió el asteroide en el 2004, el Apophis es la probabilidad más verosimil de que nos vayamos todos al garete. Los efectos de la caída de esta roca de 390 metros de diámetro nos sumiría en un invierno nuclear letal para la raza humana.
No quiero que cunda el pánico, pero esto no son las profecías Mayas, ni las Centurias de Nostradamus, ni las palabras mesiánicas de mamarrachos de ropas estrafalarias; esto es la posibilidad real y científica de que nuestro mundo se reduzca a escombros, de que nuestro cielo se torne gris y espeso, y de que nuestro Sol - ahora brillante - no luzca más que una bombilla de 40 vatios. Follad, bebed y caed en las drogas. Haced lo que os prometisteis y no habéis hecho por creer que teníais algo que perder.

Federico, sé que siempre has deseado ese enorme plasma de la tienda de electrodomésticos de en frente. Deja de ahorrar, revienta el escaparate y llévatelo a casa.
María de las Mercedes. Todos sabemos que desde hace años no echas un polvo como es debido. Sé que el hijo de Antonia del sexto, el que tiene un leve retraso, despierta tus instintos más marranos. Ve y amórrate al pilón.
Cándido, deja esas formas esmeradas y sobrecontroladas porque sé de sobras que te van los seres inertes. No te lo pienses más. Profana una tumba y...haz lo que tengas que hacer.
María, sé que tienes una desmesurado gusto por el oro blanco debidamente rodiado. Deja las ágatas, los ópalos y las amatistas para los pobres. Escupe en todas las piezas de pavé y no te conformes con menos que con una talla princesa. Coge el pedrolo más enorme del que dispongan en Ponsa o Cartier y lúcelo mientras puedas.

Tú sabes que te lo mereces. Y tú sabes que tú lo sabes.


He dicho.



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