sábado, noviembre 03, 2007

 

QUÉ PIENSAS *


Por Carlos Cubero


A mí lo que me maravilla es la mente humana.
Hablo de la mía porque se da la casualidad
de que es la que tengo más cerca.

(Cubero, 2007)


La gracia de que no te publiquen es que puedes decir lo que te venga en gana. Si tus palabras tienen resonancia tienes que andar con pies de plomo y dedicarte con esmero a contrastar las fuentes. De otra forma, uno podría verse a diario en los juzgados con Ray Loriga, María Patiño, James Wannerton, Richard Treehood o Debrah Fisher. O todos juntos.

La desventaja es obvia: uno puede tener habilidades verbales notables y, a su vez, dedicarse a apilar cajas en un almacén vetusto y olvidado. Pero seamos positivos y aprovechemos la leve resonancia de este espacio.



**********



Hace dos días una chica me preguntó qué pensaba. Es algo que suele sucerderme con frecuencia, incluso con mujeres que afirman no preguntar nunca tal cosa. Debe ser que se me nota en la cara que tengo un sobrante neuronal que campa a sus anchas rebotando en las paredes de mis meninges. Como en el Arkanoid - un clásico en los juegos de arcade para los que vivimos con intensidad infantil la década de los ochenta - las ideas vienen y van en un cubículo estrecho y colorido, desdoblándose, destruyéndose y, en ocasiones, perdiéndose en la inmensidad de un espacio limitado por cuatro paredes.

Tan pesada se puso que acabé por desvelar el contenido de mi pensamiento. Postrado en mi sofá, justo en frente de ella, cogí aire:

Moncho Borrajo es gay y podría ser un cantante de rap con bigote. Su pericia con la palabra y sus impresionantes improvisaciones serían un ejemplo para los poetas urbanos de palabras baratas, vacías y desorientadas "Esta sociedad nos margina sin cesar a-ha hu-hu. Tengo un micro en mis manos, escuchad a-ha a-ha" Creo que en algunas tarimas deberían contratarse francotiradores. En la terminal A debería estrellarse un Jumbo de Air Argentina y en algunos clubs deberían contratar a algún francotirador que nos librara de los terroristas del verso.
Anne Igartiburu, por su lado, tiene problemas a la hora de conciliar el sueño. No escatima esfuerzos por evitar somníferos e hipnóticos y sigue con diligencia compulsiva el ritual para descansar el día antes de grabar el programa. Cada noche se toma un cola cao caliente con galletas. Con su dulzura y humanidad, ruega al personal del hotel que el cola cao sea eso, cola cao en polvo y no esos sucedáneos instantáneos libre de deliciosos grumos. Las galletas, ni María, ni Campurrianas, ni Napolitanas: Chiquilín. Las ventanas de la habitación, a su vez, deben estar minuciosamente forradas de papel negro, absolutamente opacas, para que ni un rayo de luz pueda entorpecer su difícil sueño.
Cruzando el charco, nos topamos con Umma Thurman. Siempre concilio el sueño con un documental y sé que Akenatón y Lincoln compartían enfermedad congénita: el síndrome de Marfan. Akenatón fue un faraón revolucionario que tuvo la innovadora idea de aglutinar todas las creencias en un solo Dios (Amón). Fue el primer monoteísta de la historia, un visionario y un adelantado a su tiempo. Abraham Lincoln, por su lado, abolió la esclavitud y disipó todo afán secesionista de los Estados Confederados. Dos grandes ilustres de extremidades alargadas y mente inquieta y rompedora.
Mientras caigo en la cuenta de que al Síndrome de Marfán se le asocian problemas cardíacos, no puedo evitar hacer analogías con el cuerpo de Umma y estremecerme ante sus interminables extremidades. Y no duermo desde concibo la posibilidad de que su gran corazón pueda fallar de un momento a otro.


Respiré agotado. Ella me miró con los ojos abiertos y boca torcida. Al ver que en ninguno de mis pensamientos estaba ella presente, espetó que para gente original e inquieta ya podía ver a Eddie Izzard o a cualquiera que hicieras sus pinitos en el Club de la Comedia. Me dijo que pensaba estar harta de los hombres que sólo pensaban en mamadas, pero que ahora - como en una revelación mística - los echaba infinitamente de menos. Yo le repliqué que a mi las mamadas me gustaban mogollón y le aseguré que rara vez pensaba en otra cosa que no fuera sexo, sexo y más sexo. A su vez, le dije que los documentales y la carga libidinosa no estaban reñidos ni por asomo. Al fin y al cabo, saber sobre la lanza de Longinos y sobre la relación entre la climatología y las manchas solares en las fotosfera, no implicaba que no pudiera desabrochar un sujetador con los ojos cerrados.

Pero no cambió el gesto e hizo eso con la boca que tanto detesto de "no, no, no" sorbiendo una pajita imaginaria. Me dijo que la extensión probable de mi conducta es que hiciera el amor mientras mi mente andaba perdida por la superficie calcinada de Venus. Yo le repliqué que ya sabía lo suficiente sobre la atmósfera de Venus, que ya había intentado imaginar lo que es respirar un aire 90 veces más denso y que había concluido que era como beber sopa y atragantarse.

Pero, desafortunadamente, no fui nada convincente y no tuve tiempo de salvar una situación que se prometía excitante. Me mando callar y me dijo que el mundo, para ella, era mucho más sencillo. Se levantó del sofá, cogió su abrigo y, malhumorada, abandonó mi humilde morada.





Comments:
No soy muy buena escribiendo comentarios, pero lo que pienso lo digo, y sobre todo soy muy sincera...

La verdad que si un chico me dijera eso mientras tenemos una velada “media romántica”, o una cita, como lo quieras llamar, también me quedaría un poco pasmada, pero en fin, cada relato, historia, o algo escrito por ti me gusta más. Un saludo y besitos
 
Que grande Carlos!
Genial lo de "A mí lo que me maravilla es la mente humana.
Hablo de la mía porque se da la casualidad de que es la que tengo más cerca".
Ojalá hubiera más gente capaz de tener ese tipo de pensamientos.
Sigue escribiendo,
M.
 
cARLOS con este relato, si que te has vuelto MAMON, lo digo por si no caes por lo que te gustan las mamadas.


ALGUIEN QUE SE SORPRENDIO
DEL RELATO
 
Gracias M...Son de esas frases que surgen :).

Respecto a a alguien que se sorprendió con el relato. El humor tiene sus estratos....Sólo preguntarte que tal se respira por la superficie.
 
Vaya Carlos, te habla la sorprendida otra vez, sabes todos alguna vez respiramos alguna que otra atmosfera aunque a veces sea en la imaginacion, si no hay otra opcion mas.
 
Desde luego...Sólo que si te apetece llamarme mamón en público procura que tus bromas sean más profundas. Sólo así podré llegar a tomármelo bien. Si ves que careces de esa capacidad, por favor, abstente.
 
jejeje que diplomatico aunque severo Carlos, no sé pq lo dije me salió asi te ofendiste?


Debe ser pq me hicieron daño los hombres .
 
Y que culpa tendrá Carlos de tus devaneos sentimentales. La culpa es tuya por no llevar bragas.


A. Gabriel
 
Vaya carlos! Me ha sorprendido mucho el nivel de algunos comentarios de tu blog! No creo que el presente relato vaya sobre mamadas. Creo, no obstante, que la persona que puso comentario de "Mamón" le falta un hervor

Un fuerte abrazo,

Mari M.

Pd: A mi el relato me ha gustado mogollón ;)
 
A.Gabriel, Carlos lo siento por mi comentario me cogió en un mal momento, normalmente no soy así. Oye te pasaste un poco con tu comentario tambien A. Gabriel aunque me esta bien empleado desde luego, pido disculpas.
 
Pelillos a la mar ¿Quién no tiene un mal día?

Disculpas aceptadas.

Un abrazo,

Carlos
 
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