miércoles, octubre 04, 2006

 

LA VENTANA INDISCRETA

Por Carlos Cubero


I


Ana recorre la avenida Prat de la Riba a diario con su hijo. Va empujando el coche y sé que está triste. A pesar de la languidez de su rostro, sus sutiles arrugas me dicen que sonrió mucho en su día. A pesar de su reciente maternidad, conserva una figura esbelta, erguida y poderosa. Pero últimamente mira al suelo con demasiada frecuencia.

Ana está triste y creo que su hijo lo nota. La prosodia del que no tiene alegría es cualitativamente diferente: carente de energía y desprovista de agudos.
La madre triste habla de forma diferente. El tono vital se siente y se expresa, y no hay forma de ocultarlo.

El niño no se verá determinado por el estado emocional de su madre, pero algún día, en plena adolescencia, notará un vacío. Quizás sólo le dure unos días (o unas horas) pero nunca sabrá de donde proviene. Se moverá y buscara nuevas sensaciones para suplir carencias que no entenderá. Él no sabrá los motivos reales de su inquietud, pero yo sí. La causa real es que recibe el sol de la mañana, caliente y deslumbrante, para no sentir como su madre canta al mismo compás: los días de primavera, azules y dorados, deben acompañarse por la sonrisa de la que más te quiere. Y eso no está sucediendo.

Después del bache adolescente, saldrá fortalecido de la experiencia.


II


Ana ha debido ser una de las chicas más guapas de su promoción. Es alta, tiene los ojos grandes color miel, unas manos naturalmente delicadas, y facciones tersas y elegantes. Su piel es morena y catalana. No sé nada de su sonrisa porque la belleza no le ha asegurado nada.

Eran la pareja perfecta y ella vislumbraba un futuro de alegrías y justo encaje pero, a juzgar por su rostro, nunca tuvo pleno convencimiento. Ha descubierto porqué.


III



Él sabe que vendrá mientras apura el último sorbo de su cortado en el bar de la esquina. Vendrá y eso le hace sentir vivo. Excitado.
Es bajita de pelo tupido, rubio, ondulado y abundante. Es bella pero no pura. Sus facciones son recogidas y apelotonadas; sus labios finos pero sensuales. Sus ojos no son despiertos pero su busto es prominente.

Samantha Fox ha creado escuela: la tipología de mujer atractiva, bajita y tetona. Pero Samantha Fox no deja de ser inglesa y de baja alcurnia. Ella lo sabe, y a pesar de la flacidez de sus brazos, conserva la belleza ruda de la mujer que se encuentra uno nada más mudarse a los suburbios de Manchester.
Así es Montse: una mujer de baja alcurnia capaz de despertar tus pasiones más bajas, las más fugaces.


********


Las mujeres de las mesas colindantes se han dado cuenta y están inquietas. Los miran de reojo y perciben al instante la complicidad entre ellos, una complicidad de susurros y manos contenidas. Les apena Ana y odían a Montse, la mujer de pechos prominentes. Miran de forma disimulada y la odían tanto como odiarían a la amante de su marido.



Crepúsculo



Los pueblos tienen esa gracia. Uno acaba por familiarizarse con todas las caras. Todas ellas pueden ser los personajes de un drama, o las caras visibles en una comedia de Molière. Todo depende de nuestro estado de ánimo y de la luz que bañe sus calles.

Hoy la luz es crepuscular y grisácea y esa chica que pasea con ritmo frenético por la avenida Prat de la Riba tiene al perro agotado. Es de labios finos y cuerpo contrahecho. Tiene una evidente escoliosis no tratada, por eso cuando anda, tronco y piernas parecen bailar descompasados. La veo día tras día, noche tras noche, y sé que fantasea con la idea de que un desconocido - ni guapo ni feo - le diga una frase amable. Porque un perro no puede cagar tanto.

A pesar de sus formas arrítmicas, quiere que la quieran - aunque sea por un rato - y saca al perro con insistencia porque el primer paso de toda relación es la conciencia de que el otro existe. Por tanto, enclaustrarse es negar su existencia social y negarse toda posibilidad de un fortuito abrazo. Y así se lo dice su madre, que es anciana, porque teme que su hija se quede sola cuando ella ya no esté en este mundo.

¿Pero qué hay que sea bonito cuando la luz crepuscular se te cuela en la retina? Porque justo cuando la mujer arrítmica ha desaparecido de mi campo visual, una pareja ha empezado a hablar de tener niños justo en frente de mi ventana. Y no estaban planeando tener ninguno, ha sido sólo un tema de conversación casual e inopinado. Luego él la ha mirado a los ojos y le ha dado un beso dulce en la boca.

Yo he sonreído para, justo después, sentirme profundamente desgraciado.




Comments:
gracias por el nokia 9300 Rafa Este relato es resultado de tu regalo.

un abrazo, y fiesta. que no decaiga.
 
Me duele pensar q mi hija cuando llege a la adolescencia,sentira ese vacio y no va a saber saber de donde proviene.Sinceramente me senti algo identificada con Ana....y x los pechos de Montse.
Cariños y disfruta de tu Nokia 9300.

Anita
 
Cómo duele cuando te lo cuentan así... y te ves...
Uno nunca se quiere protagonista de estas historias.
Gracias.
Besotes
 
Espero que los proximo relatos con el 9300 sean más ... alegres... si no ya sabes.

Me lo devuelves!
 
Por desgracia es una de las escenas que veo diariamente...

Me ha encantado y sorprendido a la vez! te felicito!
 
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